“¿Para esto te casaste conmigo?¿Para andar de puta?¡A mi no me vas a ver la cara de pendejo! ¡Pero esto no se va a quedar así!¿Me oyes? ¡Te voy a matar maldita!”. No, maldito seas tu, que engañaste a tu mujer con podridas frases de amor para penetrarla con la cizaña del matrimonio, todo lo que tus ojos veían era lujuria y ahora pretendes justicia mientras te acuestas con otras, reclamas fidelidad y no eres ni fiel a ti mismo. Dios te maldiga hombre estúpido, dios te maldiga.
“Eres un inútil, no sirves para nada, yo no se ni porque parí a un hijo como tú. Debí seguir soltera y no buscarme tantos problemas, me das vergüenza, me estorbas maldito niño”.
No, maldita seas tú, que engendraste a un hijo para retener a un hombre para no quedarte sola, o para continuar la dinastía de traumas y aberraciones. Envenenas a un pequeño ser humano con el cianuro de tu pecho y ahora pretendes ser venerada y reclamar amor de tu víctima. Dios te maldiga madre maligna, dios te maldiga.
“Queridos hermanos: Dios me ha revelado la verdad. Yo soy un profeta. Dios les ordena que me den todo su dinero. Si hermanos, ustedes tienen que enriquecerme porque sino lo hacen serán malditos”.
No, maldito seas tu, falso hombre religioso que conviertes a Cristo en prostituta, que saqueas al pobre y a la viuda en nombre de un Dios prefabricado. Tu ocultas la verdad de un cielo accesible para todos, representante del infernal chacal apestando a incienso. Dios te maldiga, sobre todo a ti, dios te maldiga.
Y si tu eres un presidente que traiciona a su patria, un millonario que comercia con sangre inocente, ladrón, violador, influyente, si a tu alrededor hay seres que se contaminan con tu mierda, si alguien llora por tu culpa cuando las puertas se cierran, escucha hay una humanidad herida que, si pudieran a través de mi voz gritaría: MI DOLOR NO PUEDE PERDONARTE ¡DIOS TE MALDIGA!
